Detrás de las historias Xeno

Capítulo cuatro: Incorporación del desarrollo a nivel local

Sin embargo, este método rotativo todavía tenía un problema. El regreso de los empleados a Japón después de varios años, terminaría dejando atrás a los artistas con los que acababan de construir una relación. También existían limitaciones causadas por el idioma. Con estos factores en mente, Kawasaki decidió acercarse a Bob Malone, un técnico de instrumentos de latón que vivía en las afueras de Los Ángeles. En actuación, Malone había sido un estudiante de Thomas Stevens, y recientemente había comenzado a tomar el diseño de trompetas en serio también. Malone utilizó su amplio conocimiento en la reparación de trompetas para personalizar los instrumentos de la marca de larga vida para muchos trompetistas, mejorando la entonación y facilidad de ejecución, manteniendo el sonido y la sensación originales, y la tubería "Malone" que desarrolló había ganado numerosos adeptos.

En 1988, Kawasaki visitó el taller de Malone y quedó impresionado por su sincero deseo de satisfacer las demandas de los instrumentistas. Malone también sintió que sus valores y pasiones se alineaban con los de Kawasaki y Yamaha, para "perseguir la perfección" por el bien del artista, por lo que aceptó la solicitud de convertirse en un socio técnico contratado de Yamaha. En 2001, Malone rechazó la oferta de un competidor y en su lugar se unió oficialmente a Yamaha Corporation of America. Un momento decisivo

Mientras tanto en Europa, Thomas Lubitz, que tenía la calificación Meister*2 para el diseño de instrumentos de latón, se unió a Yamaha Atelier Frankfurt en 1991. Lubitz ya tenía amplia experiencia en el diseño de instrumentos de otros fabricantes, y cuando se enteró de que Yamaha Europe (ahora Yamaha Music Europe) estaba buscando a alguien para manejar el desarrollo y las relaciones con los artistas, solicitó el puesto sin dudarlo.

Y así, en 2001, se dieron las condiciones, y comenzó el desarrollo del siguiente modelo. Habían pasado diez años desde el debut de la primera generación de Xeno, y aunque el instrumento había obtenido cierto respeto, todavía no cumplía con los estándares requeridos para ser elegido por muchos artistas de primer nivel. El equipo comenzó a trabajar para construir la trompeta ideal para satisfacer a los mejores músicos de orquesta de todo el mundo. Desde el momento en que se unió a Yamaha, Malone fue un apasionado de trabajar con los mejores artistas para rediseñar Xeno desde cero, por lo que se acercó al trompetista de la Orquesta Sinfónica de Chicago John Hagstrom para colaborar. Malone pensó que Hagstrom sería el socio perfecto debido a su pasión por la trompeta y los estándares inflexibles. Con la ayuda de Hagstrom, Malone, Lubitz, Niwata y los demás se propusieron conquistar su nuevo desafío.

Las trompetas Yamaha se habían ganado una reputación de ser "poco notables" y "ordinarias, para bien o para mal". Niwata era un apasionado de la transformación de esta imagen mediante la creación del tipo de instrumentos que los trompetistas realmente querían, pero tuvo que enfrentar con muchas adversidades. Niwata recibía demandas exigentes casi a diario de un entusiasta Malone, que quería hacer lo que fuera necesario para construir un instrumento que satisfaciera a Hagstrom. Su mayor obstáculo era crear una campana estilo francés*3, como la de las famosas trompetas francesas. Malone insistía en que una campana estilo francés era esencial para un sonido más completo y cálido. Si bien Niwata se resistió inicialmente, afirmando que la producción en masa sería demasiado difícil, finalmente cedió a la ardiente persistencia de Malone. Como técnico, tampoco quería admitir la derrota, por lo que pidió al diseñador de prototipos Suzuki que ayudara a producir la campana estilo francés. Pero sin importar cuánto tiempo dedicaban al proceso, si tenían suerte lograban un resultado exitoso en dos de cada diez campanas. Pensaban que la producción en masa sería imposible. Pero los diseñadores de prototipos, los técnicos de producción y todos los departamentos involucrados en el proyecto se unieron, y en 2004, finalmente lograron comercializar con éxito un producto.

La nueva serie Xeno Artist Model Chicago Series recibió elogios sin precedentes de los mejores trompetistas. La implementación de una campana estilo francés y el éxito del equipo en su producción en masa fueron revolucionarios y tuvieron un efecto disruptivo en la industria. Malone señaló que, si bien nada sobre el proyecto había sido fácil, el equipo se unió en un esfuerzo por cumplir con los estándares de Hagstrom, unidos por el valor común para "proporcionar los mejores instrumentos musicales posibles a los artistas con el fin de permitirles hacer un mundo mejor a través de la música". Después de la serie Chicago, la Xeno Artist Model New York Series fue lanzada en 2006.

Lubitz había trabajado con el equipo en conexión con músicos europeos como la Trompeta Principal de la Orquesta Sinfónica de Londres, Rod Franks, que se había convertido en un pieza clave en el desarrollo de la Xeno. A través de su interacción con estos músicos, Lubitz había adquirido confianza en su capacidad de "acercarse a los mejores instrumentistas de todos los géneros, ya sea orquesta, big band, jazz, pop, o el que fuera. Yamaha es el único fabricante en el mundo que puede hacer esto". Agregó: "En los talleres de Yamaha, no vemos a los instrumentistas como clientes de ventas, sino como músicos. Yamaha fue la primera compañía en conectarse directamente con músicos profesionales".