Los pianos de cola Yamaha responden con extraordinaria sensibilidad a cada nota que tocas, capturan cada emoción e inspiran en ti una creatividad cada vez mayor.

Nos esforzamos por crear un instrumento que se una en perfecta armonía con el artista, haciendo realidad cada detalle de la ejecución, tal como se imaginó. Los matices sutiles se expresan profundamente en una conversación única que se entabla entre el artista y el instrumento, con un artista continuamente inspirado por nuevas posibilidades creativas. Cuánto más tocas, más te acercas a tus metas musicales, y éstas se hacen cada vez más ambiciosas.

Los pianos de cola Yamaha evolucionan sin cesar para ayudar a los artistas a compartir sus sensibilidades musicales más cercanas y alcanzar su potencial personal.

Los pianos de concierto de Yamaha encarnan la singular filosofía del diseño de un piano "cantante"; le dan al músico la libertad de expresión como la de un cantante que comparte sus sentimientos naturalmente desde su interior, les da una voz y convierte sus emociones en sonido. Los pensamientos musicales del artista, transmitidos expresivamente por las yemas de los dedos, se reproducen con idénticos matices delicados, manifestando fielmente las emociones del instrumentista como si la intención misma estuviera resonando en el aire. Basándonos en nuestro meticuloso estudio de cómo la energía de presionar una tecla produce sonido y cómo ese sonido se irradia en el espacio, hemos creado un piano que incorpora esta capacidad de "canto" dentro del cuerpo del instrumento.

Los artesanos de Yamaha realmente creen que un piano es una creación viva. Miles de piezas individuales se unen para crear un piano, y casi todas están hechas de materiales naturales. Consideramos que el piano tiene una gran vida propia, creado por la combinación de muchas otras para crear una infinita variedad de sonidos.

También creemos que la alegría de un piano es servir a artistas que actúa con él y responder con sensibilidad a la expresión transmitida por las yemas de sus dedos, y que todos y cada uno de los pianos que hacemos alberguen cuidadosamente el sonido como debería ser. El arte del piano florece de verdad cuando la meticulosa artesanía que saca a relucir el valor intrínseco de materiales naturales y la tecnología de fabricación están en perfecta armonía.