Capítulo 4: Necesidades cambiantes y regreso a las raíces

En la primera mitad de los años noventa, Yamaha presentó una amplia gama de nuevos modelos de sintetizadores, aprovechando la formidable experiencia técnica adquirida en el desarrollo del sintetizador tipo estación de trabajo y el nuevo sistema de generación de tonos VA. Sin embargo, a diferencia de los años ochenta, nuestro negocio de sintetizadores atravesaba dificultades y no pudimos alcanzar ningún éxito del nivel del DX7. Esto se debió en parte a los cambios en el mercado de sintetizadores. En el pasado, los usuarios se habían sentido atraídos por tecnologías y modelos innovadores, y los nuevos productos prácticamente volaban de los estantes. Sin embargo, en los años noventa, los continuos avances en semiconductores, programación y otros campos relacionados hicieron que los usuarios habituales ya no se entusiasmaran solo con la tecnología. Como resultado, los fabricantes dirigieron su atención al diseño, las interfaces de usuario, los conceptos de producto y el marketing. Este período también fue notable por los cambios significativos en la escena musical y las formas en que se usaban los sintetizadores. En general, la industria se encontraba en un estado extremadamente caótico.

De este modo, surgió una nueva tendencia en la industria de los sintetizadores: el regreso de los sintetizadores analógicos. Esto no significa que los sintetizadores analógicos de los años setenta volvieran a estar disponibles en las tiendas, sino que empezaron a ganar popularidad productos que presentaban sonidos y utilizaban técnicas de creación de sonidos similares a las de los sintetizadores analógicos, conocidos como "sintetizadores analógicos virtuales". En otras palabras, los usuarios buscaban instrumentos que pudieran simular esos sintetizadores analógicos clásicos utilizando las últimas tecnologías digitales.

Varios factores contribuyeron a esta creciente popularidad del sintetizador analógico virtual, pero uno de los más cruciales fue la incapacidad de crear sonidos de manera intuitiva utilizando los sintetizadores digitales de la época. Los instrumentos como el DX7 tenían la menor cantidad posible de interruptores, diales y otros controladores, lo que dejaba al músico navegando por un menú tras otro para realizar cambios en una desconcertante variedad de parámetros de sonido. Se había desarrollado un software de edición basado en PC que permitía esculpir sonidos utilizando una interfaz gráfica, pero el enfoque estaba lejos de ser ideal para las actuaciones en vivo, donde el tono, el timbre y otras características del sonido debían ser controlables al instante. Una vez que los filtros digitales desarrollados en los noventa fueron totalmente aceptados, los diseñadores de sonido comenzaron a volver a sus parámetros de corte y resonancia fáciles de entender, que eran los responsables de crear el sonido único y esponjoso del sintetizador analógico. Y cuando los parámetros de ataque, decaimiento, sustain y liberación de la envolvente también se añadieron a la mezcla, se hizo aún más hincapié en la capacidad de manipular directamente los parámetros de la misma manera que en los sintetizadores de los años setenta. Paralelamente a esto, en el mundo de la música de baile, los DJ comenzaron a emocionar al público actuando en tiempo real utilizando filtros integrados en mezcladores que estaban diseñados para sus propias necesidades específicas, intensificando aún más la demanda de sonidos potentes basados ​​en filtros con el corte y la resonancia como núcleo.

El CS1x y otros sintetizadores similares conquistaron a muchos clientes al hacer que la creación de sonidos volviera a ser fácil de entender y al permitir la manipulación en tiempo real. Mientras tanto, el sonido del sintetizador analógico se estaba volviendo cada vez más importante para el techno y otras formas de música electrónica de baile. Como resultado de estos factores, aumentó la demanda de sintetizadores digitales que pudieran producir sonidos similares a los analógicos. Otros fabricantes de instrumentos también lanzaron una amplia gama de sintetizadores de modelado analógico y también comenzaron a aparecer sintetizadores de software que empleaban el enfoque de modelado analógico.

En 1997, un año después de lanzar el CS1x, Yamaha presentó el AN1x, un modelo digital optimizado para su uso como sintetizador analógico. Esto fue posible gracias al modelado físico analógico, una nueva tecnología que simulaba incluso las características sutiles pero únicas de las formas de onda producidas por los osciladores de sintetizadores analógicos y la forma en que las ligeras inestabilidades en sus sistemas eléctricos afectan al sonido. A pesar de su diseño digital, este sintetizador analógico virtual completo podía competir fácilmente con otros instrumentos de una banda y tuvo una excelente acogida. Mientras tanto, para que el CS1x fuera más adecuado para las actuaciones en directo, aumentamos el número de mandos de control de sonido de los seis del CS1x a ocho y añadimos un controlador de cinta.

Los sintetizadores de producción musical, sumamente populares a mediados de los noventa, tenían bancos de sonidos comunes gracias a la adopción generalizada de GM*1, XG y otras tecnologías similares. Esto significaba que podían reproducir los sonidos de instrumentos acústicos como la batería y el piano, y la mayoría de ellos podían utilizarse para producir arreglos completos sin necesidad de otros dispositivos. Por el contrario, los desarrolladores de Yamaha tomaron la audaz decisión de omitir intencionalmente la compatibilidad con esta función en el CS1x para perfeccionarlo como un sintetizador de interpretación simple.

*1: El estándar General MIDI (GM) fue desarrollado para garantizar la compatibilidad entre los sonidos producidos por diferentes sintetizadores. Los instrumentos que cumplen con este estándar tienen un conjunto de 128 sonidos específicos, como piano y guitarra, además de todas las voces para una batería completa. De esta manera, cualquier generador de tonos GM puede reproducir datos de canciones en formato MIDI creados con un sintetizador de un fabricante diferente y seguir sonando correctamente.

Gracias a la creciente popularidad de Internet hacia finales de los noventa, los propietarios de sintetizadores podían acceder instantáneamente a información de todo el mundo, y los modos de uso del sintetizador comenzaron a diversificarse rápidamente. En nuestra industria, por lo tanto, se volvió extremadamente importante determinar las necesidades y el comportamiento de los usuarios de sintetizadores a través de estudios de mercado y desarrollar los productos adecuados en respuesta a ello. Si bien esto ciertamente incluyó mejoras en los sistemas de generación de tonos, teclados y otro hardware, también se tuvo que prestar mucha atención al diseño físico y al color de los sintetizadores, cómo se usaban realmente después de la compra y una amplia gama de otros factores. Mientras tanto, hubo una creciente demanda de sintetizadores y todas sus características y funciones únicas para que fueran más fáciles de entender, incluso para principiantes. Desde esta perspectiva, los cambios que ocurrieron en la industria de los sintetizadores durante este tiempo son más evidentes en sus manuales de usuario. Incluso con solo mirar sus cubiertas, estos folletos se habían vuelto claramente mucho más contemporáneos y modernos que en la era de la serie SY.

A principios de la segunda mitad de los años noventa, comenzamos a incorporar todos los hallazgos de nuestras investigaciones anteriores al desarrollo de productos. El sintetizador estrella para estaciones de trabajo EX5, presentado en 1998, encapsuló todo nuestro esfuerzo durante esa década.

Después de introducir los generadores de tonos de modelado físico en el VL1 y el VP1, Yamaha también trabajó en el desarrollo paralelo de una serie de nuevos generadores de tonos, como el generador de tonos analógicos virtuales AN del AN1x y el generador de tonos FDSP que se encuentra en el EX5. Uno de los logros más notables de este esfuerzo fue el revolucionario generador de tonos Formant Synthesis (FS). Los motores FDSP y FS representaron avances adicionales de las tecnologías de generación de tonos existentes, pero el generador de tonos FS basado en FM en particular fue noticia con un enfoque innovador que producía sonido mediante la suma de formantes, es decir, tonos característicos de la voz humana. Su implementación en el FS1R fue impulsada por un generador de tonos FM de ocho operadores y, gracias a características como la compatibilidad con versiones anteriores de voces DX7, pronto se ganó la reputación de ser un tesoro escondido.

Tras la serie SY, Yamaha lanzó una gran cantidad de productos que combinaban una variedad de tecnologías en un esfuerzo por ofrecer funciones ideales para las necesidades de la época. Sin embargo, en ausencia de un gran éxito como el DX7, los años noventa fueron una época difícil para nuestro negocio de sintetizadores. La luz al final del túnel finalmente llegó en forma de dos modelos lanzados al mismo tiempo en 1999: el CS6x y el S80.

Por el nombre del modelo, se podría suponer que el CS6x pertenece a la misma familia que el sintetizador de control CS1x, pero en realidad fue desarrollado principalmente como un instrumento para un uso serio en el escenario. La diferencia más evidente es el nuevo esquema de colores. En contraste con los refinados cuerpos en negro y azul oscuro que habían sido la norma hasta entonces, el CS6x era plateado. Por supuesto, antes del CS6x habíamos lanzado productos de colores brillantes, pero en su mayoría eran ediciones limitadas o versiones especiales en plata con una "S" añadida al nombre del modelo: era la primera vez que se lanzaba un sintetizador Yamaha únicamente en plata.

Este sintetizador producía principalmente sonidos PCM utilizando su generador de tonos AWM2 integrado; sin embargo, también podía ampliarse utilizando hasta dos placas generadoras de tonos adicionales que proporcionaban a los propietarios acceso a VL, AN, FM y otros motores de sonido. Para atraer a la escena de club, pedimos a famosos creadores de sonidos europeos que diseñaran sus voces preestablecidas. De este modo, el CS6x satisfizo plenamente las necesidades del mercado en términos de hardware y software. Gracias a los sonidos potentes heredados del EX5, un sistema de plug-in de vanguardia, su diseño de motor de sonido simple y un colorido que lo hacía destacar en el escenario, este sintetizador se hizo muy popular, particularmente en Europa.

Mientras que el CS6x fue desarrollado pensando en el mercado europeo, Yamaha incorporó en el S80 una gran cantidad de comentarios de Norteamérica. Por ejemplo, la calidad de los sonidos de piano (imprescindible para el tecladista serio) mejoró significativamente y, con 88 teclas, el teclado de este sintetizador era tan largo como el de un piano real. Estas y otras características novedosas marcaron un nuevo rumbo con respecto a los sintetizadores Yamaha que habían surgido antes.

Como una forma adicional de garantizar que se satisfagan todas las necesidades principales de los músicos, seleccionamos nuestro diseño AE*2 para el teclado porque tenía la misma sensación y tacto que un piano real y, al mismo tiempo, era perfectamente adecuado para tocar sonidos de sintetizador y órgano. En la escena musical de la época, los sintetizadores se usaban con mayor frecuencia para las voces de piano en una banda o como parte de una sesión de jazz, aunque los teclistas también hacían un uso frecuente del órgano, las cuerdas y otras voces similares. Como tal, las características del S80 se adaptaban perfectamente a estas necesidades del mercado y se abrió camino de manera constante, particularmente entre los músicos profesionales.

En general, se acepta que todos los sintetizadores básicos (con excepción de los modelos portátiles) tienen sus ruedas de modulación y pitch bend a la izquierda del teclado. Sin embargo, en el S80, se trasladaron a la parte superior izquierda del panel frontal, lo que permitió reducir la longitud total del instrumento necesaria para albergar el teclado de 88 notas, una modificación que tuvo en cuenta el hecho de que muchos teclistas de Norteamérica en ese momento trasladaban sus sintetizadores en los maleteros de los automóviles, por lo que la longitud del instrumento era un factor importante. No habríamos podido satisfacer esta necesidad si no hubiera sido por la investigación en el mercado norteamericano.

El CS6x y el S80 tuvieron un enorme impacto en la manera en que Yamaha desarrollaría sintetizadores en la década siguiente, la primera del siglo XXI. Por ejemplo, el diseño plateado del CS6x tuvo un efecto importante en la selección de colores para la serie MOTIF que pronto se lanzaría, y el éxito del S80 como una alternativa viable a los pianos reales influyó en nuestra decisión de configurar la línea de productos de sintetizadores con el MOTIF8 con una sensación similar a la de un piano, mientras que el MOTIF6 y el MOTIF7 tenían una acción de sintetizador. Si bien no se puede negar que los sintetizadores Yamaha tuvieron dificultades durante los años noventa, los enfoques completamente nuevos adoptados para el CS6x y el S80 revelaron el camino correcto a seguir en los años venideros.

*2: El teclado AE es muy expresivo y flexible, lo que lo hace ideal para tocar sonidos de piano y sintetizador, así como para interpretaciones de piano rock. Además, es compatible con aftertouch, por lo que es perfecto para usarlo como teclado maestro.