Transcribiendo a Dios: La famosa Hildegard

Transcribiendo a Dios: La famosa Hildegard

Por: Estefanía Romero [bopspots.com]

Cada ser humano traza un dibujo mental del mundo en que vive. ¿Qué pasaría si a esa imagen agregamos a la compositora alemana que representó una de las cúspides de la composición en la Edad Media?

Regálame unos minutos de lectura, prometo que tus ojos y oídos saborearán esta historia.

Hildegard von Bingen. Fuente: Wellcome Images, sitio operado por Wellcome Trust, una fundación caritativa global, establecida en el Reino Unido.
https://wellcomecollection.org/search/images?query=hildegard+von+bingen

La abadesa Hildegard von Bingen fue y sigue considerándose una compositora excepcional. Su obra musical es una de las más extensas, si la comparamos conlas de otros autores medievales quienes tenemos registro. Una de sus obras maestras es Symphonia armonie celestium revelationum (“Sinfonía de la armonía de la revelación celestial”, en español), realizada por Hildegard (circa 1150), que incluye más de 79 composiciones de canto llano (canto religioso caracterizado por llevar una sola línea melódica). Puedes encontrar esta obra fácilmente en línea, es maravillosa.

Las monjas de su orden decían que nada las hacía más felices que escuchar a Hildegard cantar por el monasterio, porque tenía una “voz hermosa, clara como el cristal, alta” (Ford-Grabowsky, 2016).

Ahora, pensemos que la Edad Media duró diez siglos, en los que la iglesia católica y sus ideales dominaron el mundo (recordemos que Europa era “el mundo” en aquel entonces) por encima de cualquier otro tipo de conocimiento; y que en aquellos tiempos se consideraba, de manera inquisitiva e incuestionable, que las mujeres eran “frágiles”, “más propensas al pecado” y no se les permitía acceder a la educación.

“Hildegard inspirada por el cielo y dictando a un escriba”. Imagen de Scivias. Fuente: Wikimedia Commons.

De hecho, para las mujeres del medievo, tener y comunicar conocimiento sobre artes, ciencias o teoría musical, o dar interpretaciones de la Biblia era considerado una afrenta a la autoridad, que, por supuesto, estaba en manos de los hombres de la iglesia. Las monjas, que podían acceder a la Biblia, estaban limitadas a leer pocas horas y, más que nada, sobre vidas de santos.

Con esto en mente, ¿cómo pudo ser que Hildegard fuese tomada en cuenta en su propia época? Y, más aún, ¿por qué el conocimiento sobre su existencia y su obra persiste a través del tiempo?

La historia de Hildegard…

Se ha escrito que Hildegard (1098) mostró capacidades adivinatorias desde su niñez.

La llevaron a la abadía de Disibodenberg, a sus 8 años, donde fue puesta bajo la tutela de una joven ermitaña y clarividente, llamada Jutta de Sponheim. Fue gracias a Jutta y Volmart, un monje, que Hildegard aprendió salmos, practicó los cantos, estudió el salterio, y comenzó a escribir en latín. Hildegard sostenía que sus creaciones provenían de una fuente

Hildegard sostenía que sus creaciones provenían de una fuente divina, que su música se dio sin haber estudiado las neumas, que eran los signos de notación musical utilizados en la música medieval (estas originalmente se ponían por encima de las palabras para indicar una aproximación de cómo debían cantarse), o alguna otra cuestión de la no tan compleja teoría musical de aquellos tiempos.

Abadía de Disinbodenberg, ahora en ruinas. Se trató del monasterio en el que Hildegarda ingresó a sus ocho años. Fuente: Wikimedia Commons

Si bien, no podemos saber si en efecto Hildegard, en efecto, absorbió los sistemas de notación mediante una “fuente divina”, hay autores que señalan que se trató de una estrategia para que no la asociaran con una educación que en el siglo XII era imposible para mujeres.

La ermita de mujeres abrió más tarde para aspirantes monásticas, y a la edad de 14, Hildegard decidió ser devota de Dios, como monja benedictina. Esto incidió en que la música no fuese algo raro para alguien en la posición de Hildegard, si se considera que “la orden benedictina exigía ocho rezos al día, los cuales implican que todas las canciones de la Biblia se reciten a la semana” (Laurin, 2024)

A la muerte de Jutta en 1136, y al tener 38 años, Hildegard fue elegida líder de su comunidad religiosa, lo cual hizo hasta su muerte en 1179.

Se dice que Hildegard, a sus 42 años, recibió una visión grande de Dios, donde este le permitió tener una comprensión suprema sobre la teología y le ordenó que la escribiera para compartirla con el mundo. Entonces, Volmart, con quien la ya abadesa se confesaba, le insistió en que escribiera. Así, Hildegard logró Scivias, con descripciones de sus visiones, el primero de sus tres libros de teología. “Ella permaneció insistente en que era una ignorante, en que su latín era pobre, y en que todo lo que escribía eran meramente palabras de Dios” (Laurin, 2024).

Obra de Hildegard von Bingen (1173). Fuente: Wikimedia Commons.

Artista completa: pintora, escritora…

Hildegard fue una artista completa, pues se dedicó a la tanto a la música, como a la poesía, pintura, y escritura de cartas, donde ofrecía consejos a muchísimas personas, incluyendo al Papa; en estos textos ella llegó a subrayar el poder divino de sus obras.

Cabe aquí mencionar que las cartas en tiempos medievales no eran privadas, sino que era común que se copiaran varias veces para que sus contenidos fuesen de dominio público. Esto hizo que Hildegard se hiciera muy popular en Europa.

Más aún, sus poesías fueron parte de su música, la cual, según ella, servía para que quienes la escucharan llegasen a saber más de su propia espiritualidad.

La verdad es que Hildegard brilló también como científica, historiógrafa, hagiógraba, filósofa e incluso crítica del poder de la Iglesia, y proto impulsora de la ética… Pero, como dijo Michael Ende en La Historia Interminable, “esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión”.

Obra de Hildegarda de Bingen (1220). Códice 1942 de la Biblioteca Estatal de Lucca. Fuente: Wikimedia Commons

¿Cómo fue que Hildegard no se enfrentó al poder de la iglesia?

Sus escritos eran revisados por líderes religiosos, que siempre fueron aprobados como sagrados; se afirmó una y otra vez que la obra de Hildegard tenía que ver con paisajes de la Biblia, lo cual confirmaba su "divinidad". Esto incidió en que nadie nunca la señalara como un fraude.

Sabemos que su obra se preservó dada la enorme fama que adquirió en sus tiempos, como una mujer divina, más que como compositora… pero hoy podemos deslumbrarnos con el misticismo y el poder de toda su obra musical.

Fuentes bibliográficas:

Collins Dictionary. (2024). Neume. Collins. https://www.collinsdictionary.com/dictionary/english/neume

Derham, K. (2018). The Classical Music Book: Big Ideas Simply Explained. DK: United Kingdom.

Edwards, D. (2024) University of Creation Spirituality. The Matthew Fox Legacy Project. https://www.matthewfox.org/university-of-creation-spirituality

Fox, M. y Ford-Grabowsky, M. [1311cocreation] (13 de enero de 2016). A Very Real Mystic. [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=5m7Vk-NQ7wI

HarperCollins Publishers. (2024) Mary Ford-Grabowsky. HarperCollins Publishers. https://www.harpercollins.com/blogs/authors/mary-ford-grabowsky-880000020452

Laurin, A. [Studium Storiae] (18 de febrero de 2024) A Medieval Celebrity | Hildegard of Bingen. [Video]. https://www.youtube.com/watch?v=FQtFE8G_mEc&t=21s

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