Apuesta por la música de su país: Nadia Paredes
Apuesta por la música de su país:
Nadia Paredes
Por: Estefanía Romero [bopspots.com]
“Soy una artista completamente convencida de que lo tuyo es lo que tienes que mostrar al mundo. ¿Qué es lo tuyo? La música de tu país, donde creciste”.
Con estas palabras nos adentramos al mundo de Nadia Paredes, flautista colombiana que inspira.
En entrevista, Nadia nos habla de géneros musicales y compositores latinoamericanos que debemos explorar; además, nos permite entender más sobre su instrumento: la flauta traversa.
Al mismo tiempo, nos describe su percepción sobre la participación de las mujeres en la música y la historia personal de cómo ella llegó a un instrumento que, en su niñez, no era tan común para las mujeres…
Estefanía: Parte de tu misión es fomentar la inclusión de todas las personas a través de la música…
Nadia Paredes: Mi misión nace desde muy niña porque nací en una familia super musical. Mi papá es lutier, es Alberto Paredes, él es constructor de instrumentos musicales, desde toda la vida. Mi mamá fue representante de uno de los, tal vez, más grandes guitarristas que ha tenido Colombia, él ya falleció, se llamaba Gentil Montaña, compositor...
En mi casa toda la vida hubo música, músicos, desde pequeña estoy en el ambiente. Y yo crezco con la música de nuestro país, la música colombiana, la música latinoamericana. Crezco con ese bagaje interno.
Parte de mi trabajo como docente es transmitir esta música. No solamente interpretarla, sino también, a nivel docencia, poder compartirles esta tradición, que no se conoce mucho en otros países y que es absolutamente increíble.
E: ¿Qué compositores de Colombia que necesitamos conocer? ¿Cuál es tu repertorio favorito?
NP: Carlos Rozo Manrique, Luis Antonio Calvo… han pasado ya muchos años que no están con nosotros. Luego hay otros como Gentil Montaña, como Germán Darío Pérez; mi compañero del dúo, que es Carlos Guzmán, un súper compositor. Ya tienen todo el bagaje y ya han transformado esta música colombiana en otras cosas realmente increíbles. Estamos hablando de la zona andina colombiana, porque como sabes, en nuestro país, al igual que en México, hay una cantidad de ritmos distintos, de músicas de diferentes regiones y que se comportan completamente distinto.
La música a la que yo me decido es la de la zona andina colombiana, estamos hablando de pasillo, bambuco, danzas. Te podría dar una lista enorme de compositores.
Los chicos de hoy nacen con otro cuento, con otro tema en la cabeza, con otras músicas, no saben de dónde vienen ni para dónde van. Es súper importante conocer la música de tu país y poder transmitir este legado musical.
E: Has hablado anteriormente de improvisación, ¿estas músicas, las de la zona andina colombiana, abren paso a este tipo de libertades?
NP: Sí, digamos que hay unas partituras muy claras de estos compositores: Melodía y armonía, contrapuntos, todo lo que suceda. Sin embargo, se ha empezado a transformar un poco esto: existen espacios para la improvisación.
Obviamente, para nosotros, los artistas que no estamos en el ámbito del jazz, es un reto improvisar en el estilo. Es una cosa que va a empezar a suceder más en esta época; lograr más secciones musicales en que el que toque el instrumento melódico va a desarrollar su improvisación; pero el reto es: ¡no estás tocando jazz!
Estas tocando música colombiana o un pasillo… realmente la improvisación debe ser con base en estos ritmos.
E: ¿Cuál es tu proyecto con el dúo?
NP: Seguimos trabajando con el tema de la docencia porque eso me gusta mucho. Estoy retomando los talleres, seminarios que he desarrollado durante muchos años con Yamaha; estos están dirigidos a estudiantes que, por lo general, no tienen la posibilidad de tener un maestro, viven en zonas muy apartadas;
entonces se hacen este tipo de seminarios para poder instruirlos un poco y darles opciones muy claras, técnicas.
Comencé colaboraciones con amigos, tocando otras músicas que no tienen nada que ver con lo que hago. Ha sido muy chévere porque tengo contacto con un gran amigo, Nicolas Junca, ha sido de la banda Monsieur Periné. Le dije “me gusta el gipsy jazz”. Estamos refrescando el tema musical.
E: ¿Qué debemos saber sobre la flauta, que nadie nos dice?
NP: Puede ser un instrumento que se puede tocar en músicas que no nos habíamos imaginado.
Uno de los flautistas tan importante de rock, es el de Jethro Tull, creo que ha sido el único ícono de la música tocada en flauta traversa.
La mayoría de los flautistas hemos empezado nuestros estudios en la música clásica. Yo soy flautista clásica. Pero no sabemos que se puede interpretar una cantidad de ritmos tan distintos. Hay flautistas que tocan ballenato como si fuera acordeón, ¡qué cosa tan loca! ¡se oye tan bien!
La flauta es uno de los instrumentos más versátiles; tú puedes tocar tan… o más rápido que un guitarrista eléctrico; la flauta es un instrumento ágil, muy virtuoso, permite hacer muchos efectos tímbricos. Tú puedes cantar y tocar con el instrumento al tiempo; claro, lograrlo es un tema técnico bastante avanzado, pero tú puedes fácilmente tocar una línea melódica y cantar otra… eso no es tan común.
E: Tú decidiste tocar flauta al ver a un chico en la TV haciéndolo. Sin embargo, se ha dicho que las mujeres instrumentistas necesitan más representación en los medios para inspirar a otras a hacer lo mismo, ¿crees que así sea?
NP: Yo creería que no. Estamos hablando de un tema que yo… cuando comencé a tocar, fue una historia muy chistosa porque había una novela; el protagonista salía tocando flauta traversa. Yo tendría unos 13 años, le dije a mi papá “yo quiero tocar eso”. Me pareció muy lindo el instrumento; pero obviamente también era todo el contexto del protagonista lindo de la novela. Quiero ser parte de eso. Y sí, tú de alguna manera te ves reflejado en estos personajes. Después que pasa el tiempo, con este flautista, Luis Julio Toro, a mí me pasó algo parecido.
Lo conocí a él por discos que mi mamá tenía de Ensamble Gurrufio, de música tradicional venezolana, yo era pegada al bafle de mi casa escuchando eso… dije: ¡yo quiero eso! La vida me da la oportunidad conocerlo, de estudiar con él… y pues ahora somos artistas Yamaha, grabamos juntos y tocamos juntos. Eso ha sido un sueño muy lindo.
¡Él era un hombre! Digamos que el tema de que haya sido una mujer o no, no creo que haya sido relevante, al menos para mí; yo sí percibo que algo en el instrumento me movió, más allá que otra cosa.
Sí es cierto que he visto más flautistas hombres, los he visto más metidos en gestionar conciertos, tocar permanentemente. Ahora hay muchas más mujeres flautistas, pero cuando yo estaba estudiando no era común ver el instrumento y, menos, mujeres interpretándolo.
E: Hablas del instrumento en particular… pero, ¿qué tal la participación de las mujeres en los géneros musicales, en Colombia?
NP: Acá en Bogotá, en una época no había sino dos orquestas. La Sinfónica de Colombia y la Filarmónica de Bogotá. Siempre duraban los flautistas hasta que se pensionaban y eran hombres. A la fecha, hay una mujer tocando el instrumento. Ahora ya hay más orquestas, más agrupaciones, en la orquesta de cámara se ve más la participación de las mujeres, en las músicas tradicionales…
E: ¿Cómo se siente ser artista Yamaha?
NP: La gente me conoce y cree que soy extrovertida, porque me adapto fácilmente, pero soy muy tímida. Cuando se da esto de ser artista Yamaha, estamos hablando de ya casi 20 años… para mí era ¿qué es eso? ¡Es ser representante de la marca! Adaptarme a eso con esta personalidad… ahora me toca mostrarme.
Ha sido increíble, se siente muy bien, no necesariamente por lo que puedo aportar, que es mucho, sino porque siempre fui una fiel seguidora de Yamaha, desde antes de ser artista Yamaha.
Los instrumentos son muy buenos. Pasan los años y el instrumento sigue intacto. Es una marca tan buena y precisa en su construcción y, además, me da la oportunidad de estar por todo el país mostrando mi trabajo, con un buen instrumento y un muy buen sonido, yo me siento muy agradecida.
E: Para quienes están comenzando a conocerte… ¿quién es Nadia como artista y como persona?
NP: Soy una artista completamente convencida de que lo tuyo es lo que tienes que mostrar al mundo. ¿Qué es lo tuyo? La música de tu país, donde creciste.
Es decir, cualquier persona puede tocar música clásica; a mí me gusta tocarla, lo hago, pero digo ¡qué chévere poder ver a un alemán tocando Bach! Creería que, aunque un latinoamericano lo puede hacer igual o mejor, qué bonito sería que el latinoamericano pueda tocar su música bien tocada y a un muy alto nivel.
Como persona, siento que hay que transmitir esto a los niños, estudiantes que estén interesados. Yo soy producto de una escuela clásica, rígida, que tiene una cantidad de ventajas, gracias a eso soy quien soy y lo agradezco profundamente; sin embargo, siento que la otra parte falta: ¿quién soy yo con respecto al instrumento? ¿Voy a tocar lo mismo que han tocado otros flautistas o quiero hacer algo diferente? Le apuesto cien por ciento a la educación de la música de tu país.