Arreglista, productor, director musical, pianista y Artista Yamaha. Joaquín Díaz nace en Santo Domingo, República Dominicana, y luego, muy pequeño, se muda a Nueva York, Estados Unidos con su familia, donde encuentra sonidos distintos a los géneros musicales dominicanos populares como el merengue y la bachata. Aquí descubre a sus principales influencias musicales: The Beatles y Elvis Presley.

Ha colaborado con reconocidos artistas como Ricardo Montaner, Franco de Vita, Enrique Iglesias, Cristián Castro, Victor Manuelle, entre otros.

Actualmente, Díaz se desempeña como director musical del cantautor Romeo Santos. El productor dominicano es colaborador clave del proceso de composición y grabación del trabajo discográfico de Santos y está detrás de algunos de sus más grandes éxitos como “Cancioncitas de Amor”, “Imitadora”, “Sobredosis”, entre otros.

Díaz adicionalmente ha presentado material solista que muestra su versatilidad y adaptabilidad a otros géneros como la salsa y la electrónica. El músico ha lanzado tres sencillos “Cupid”, “Agua” y “GIMME GIMME” que, entre los tres, suman más de un millón de reproducciones en la principal plataforma de streaming Spotify.

Yamaha Music Latin America (YMLA) entrevistó al artista durante una visita en ciudad de Panamá, donde conversó sobre sus inicios musicales, su proceso creativo y experiencias en conciertos.

Yamaha Music Latin America (YMLA): ¿Cómo fue su primer contacto con la música? ¿Quiénes son sus mayores influencias musicales?

Joaquín Díaz (JD): Ya a los 6 años tenía pasión por la música. Cuando comencé a esa edad, no tenía instrumentos, solo una tambora. Es el instrumento típico de mi país, República Dominicana. Tocaba tambora porque escuchaba mucho merengue. Johnny Ventura y Wilfrido Vargas eran los artistas más conocidos. Me gustaba la música.

Después, encontré un programa americano que se llamaba The Monkees (un show de televisión estadounidense). Cuando era niño, no entendía porque era otro idioma, era en inglés, pero las canciones me cautivaron. Ahí comenzó el amor a la música americana.

Me mudé a los Estados Unidos a la edad de 9 años y ahí comencé a escuchar la influencia (musical) más grande de mi vida que son The Beatles. A los 15 años comencé a descubrir la música, de verdad. Alguien me enseñó unos cuantos acordes de piano de las canciones de The Beatles y el amor fue instántaneo. Quería estar con el piano día y noche.

No contaba con piano propio, tenía que ir a otro lugar donde me facilitaban uno y ahí practicaba. Encontré un profesor que me dio unas cuantas clases de piano, de lectura y (luego) yo, por mi cuenta, comencé a aprender escuchando y leyendo. A los 15 años comencé a tocar profesionalmente salsa, (…) pero era mucho de oído. Era limitado lo que sabía hasta que llegué a la universidad, donde empecé a escribir, leer y hacer arreglos.

Mis mayores influencias son The Beatles y Elvis Presley.

YMLA: ¿Cuándo y cómo empezó su relación con los instrumentos Yamaha?

JD: Cuando comencé a tocar salsa y luego, (cuando) cambio al merengue, tenía un PF. Tocaba con ese piano e inclusive tengo grabaciones de ese tiempo. Estoy con Yamaha desde hace mucho tiempo. Y mi primera guitarra acústica, que compré en 1980, era Yamaha, de nylon. La mantenía como recuerdo de mi primer instrumento.

YMLA: ¿Cómo los instrumentos Yamaha le ayudan en sus interpretaciones o en su proceso creativo, en general?

JD: En el caso de los shows en vivo utilizaba mucho el Motif, era un buen teclado. El sonido es increíble. Tenía canciones con cambios de sonidos en el momento y con el MOTIF se cortaba. Pero, cuando llega el Montage, podía sostener y cambiar el sonido sin que se sintiera. Eso para mí fue el cielo.

Por ejemplo, cuando voy de un piano a un sonido de sintetizador, el piano sigue sonando el acorde, cambio y ahí arranco con un nuevo sonido sin que se den cuenta que hubo un cambio. Para mí, eso fue lo mejor que han hecho en teclados. Es un gran avance de tecnología.

En las grabaciones de las primeras producciones de Romeo (Santos) – Fórmula, vol. 1 y Fórmula, vol. 2 – he usado el MOTIF. Tenemos un MOTIF en el estudio de Romeo. Muchos de los sonidos de strings, efectos especiales, han sido de Yamaha.

YMLA: Conversemos sobre su perspectiva creativa como compositor, arreglista, productor musical. ¿Cómo es el proceso de una sesión con Joaquín Díaz? ¿Qué es lo primero que se define?

JD: Si voy a compartir con un artista que es compositor, todo depende si estamos realizando algo de cero, que no hay nada en la mesa. Comenzamos a hablar de nuestros gustos (musicales) para conocernos mejor.

Luego, me siento en el piano y comenzamos a improvisar, a ver si lo que esté tocando lo inspira a que salga una melodía. A veces viene junta la melodía con la letra. A veces hay letra y no melodía. Depende. Cuando hacemos la parte de los versos de la canción, nos enfocamos en el hook o a veces, sale primero el hook.

No es un proceso definido. Aparte, como compositor, la fuente de inspiración puede llegar en momentos inesperados como antes de dormir.

YMLA: Ha tocado en escenarios icónicos, como el MetfLife Stadium de Nueva Jersey, ante 80 mil personas. Desde la perspectiva de director musical, ¿cómo se prepara un concierto de esta magnitud? ¿Cuál es la responsabilidad del director musical?

JD: Ese concierto fue el más pesado (como director musical). No por la cantidad de personas, sino por la cantidad de artistas invitados. En este show no solamente era la música de Romeo, sino (también) la música de los invitados. Teníamos que tocar una canción para cada invitado. Usualmente, el invitado viene y canta la canción que hizo de colaboración con Romeo, y ya, se terminó.

Pero, en este caso, no. Eran 11 invitados de bachata, que cada uno llevaba una canción. Era más trabajo porque era responsable de una música que el grupo no toca usualmente. Aparte, vinieron invitados americanos y latinos de otros géneros, como Wisin y Yandel, Ozuna, Cardi B.

Ese fue el show más largo que yo he tocado, fueron (cerca de) cuatro horas. Muchos ensayos y esfuerzo.

YMLA: Recientemente, presentó su sencillo “Cupid”. ¿Podría contarnos del proceso creativo detrás de esta nueva canción?

(“Cupid” es la versión en bachata de la canción del grupo R&B, 112. Desde esta entrevista, Joaquín Díaz ha lanzado dos nuevos sencillos, “Agua” con Lizbeth Román y “GIMME GIMME” en colaboración con LeKastro, producciones que son prueba de las destrezas y el talento de Díaz para adaptarse a géneros musicales diferentes).

JD: “Cupid” fue una idea que me llegó de parte de una persona que conocía. No he trabajado con canciones ajenas porque todo lo que he hecho (canciones) siempre con Romeo son originales y las que he compuesto con otras personas son originales. Entonces, la canción se prestaba para hacerle una bachata porque era, en sí, una balada americana. No era una canción rock, no era una canción de reguetón.

Me gustaba la progresión musical que tenía y le hice una introducción primero. De la introducción me inspiré y pude hacer el arreglo con mi colaborador, que se llama Alexander "Chichi" Caba, y llevarlo al punto donde está. Queríamos hacer una bachata, pero que tuviera también influencia de donde viene, que es el R&B. Era incorporar los dos géneros, que trabajen bien juntos.

Jhoni The Voice, que es el cantante, hizo un tremendo trabajo adaptándolo al español y cantando muy bien la interpretación.

YMLA: ¿Qué consejo daría a los nuevos músicos que hoy se plantean empezar a tocar?

JD: Escuchar toda clase de música. Enfocarse en uno solo (género) te hace bueno en ese estilo y es bueno tener (dominio) de diferentes estilos musicales. Por ejemplo, con una canción que se llama El Papel del álbum Golden, Romeo me pidió una bossa nova. Yo escucho y me gusta la bossa nova. Pude hacer lo que él quería, que era traer la esencia de la bossa nova (a la canción).

Me fascina el rock. Conozco paso doble, cumbia. No soy un experto en cumbia, pero lo conozco. Tengo conocimiento para poder incorporar a la música lo que necesite. Si me llaman para tocar con un grupo de rock o un grupo de merengue, no hay problema.

Es importante abrir los oídos a diferentes estilos musicales. Si haces una sola cosa, no llegas muy lejos. Solo trabajarías en ese campo. Y es bueno que te puedan llamar de cualquier lugar.