“Es algo muy natural que una mujer decida ser músico”: Ilse Santana
“Es algo muy natural que una mujer decida ser músico”: Ilse Santana
Por: Estefanía Romero
Pidió a Santa una batería eléctrica, a sus cuatro años; a los 10, ella tocaba canciones de The Rasmus en una batería imaginaria. Hoy en día, ha sido baterista de Moenia, Mercurio, Magneto, así como de otros artistas y/en espectáculos de renombre…
Se trata de la mexicana Ilse Santana, súper artista Yamaha. Queridos lectores de She’s Got The Groove, aquí les comparto la entrevista a una joven y profesional artista, que cautiva al mostrar el amor que tiene a su carrera, así como los retos que se han presentado en su camino.
Ilse comentó cómo se siente con el presente que vive gracias a su esfuerzo:
“Ha empezado a rendir frutos, en el sentido de tocar con artistas, tener patrocinios. Estoy viviendo ese sueño. Estar con artistas me mueve mucho, quiero seguir aprendiendo de ellos; no es sólo tocar, es la convivencia que tienes con el artista, aprender de él, es estar consciente de todo lo que implica al trabajar con alguien”.
La artista viene de una familia de músicos, lo cual ayudó a cimentar sus bases:
“Desde niña, en casa, yo escuchaba jazz, funk, cosas no tan comunes. Yo sabía que [la batería] era un instrumento imposible, porque era muy grande, un instrumento “para hombres”; empecé a estudiar piano, guitarra, con mi papá”.
A la vez, cuenta que obtuvo su primera batería a los 16 años, para un grupo de covers que ella organizó con su hermano y un amigo.
Con el tiempo el destino de Ilse se hizo a la idea de que quería dedicarse a la fotografía, pero la vida le tenía preparada otra sorpresa:
“Mi papá me dijo: ‘métete a talleres en el Sindicato de Música’. Tomé mi primera clase real de batería, yo salí fascinada, le dije a mi mamá ‘me siento como pez en el agua’. Soy egresada del Instituto de Capacitación Musical (ICM)”.
Ilse reflexionó que es difícil para algunas familias mexicanas el comprender y aceptar el rol de las mujeres en la música. En sus palabras:
“Si vienes de una familia tradicional, tienen en la cabeza que de la música no se vive y para una mujer menos, menos una mujer baterista”.
Ser baterista es también un trabajo arduo, en un sentido físico, porque hay que cargarlo, tocarlo y lidiar con otras complejidades:
“Yo trabajaba y estudiaba. Trabajaba en bandas de covers. Los Vallarta es un show que dura de dos hasta tres horas. Imagínate tocar todas las rolas con un ritmo de ska, te lo juro... tenía fotos de cuando comenzaba a tocar ska, de mis manos enllagadas y sangradas de que no estaba acostumbrada a tocar tanto. Era muy pesado, pero no podía desistir. Durante el show se reventaban mis llaguitas, pero no podía parar de tocar. Me considero muy guerrera”.
Más allá, hay que enfrentar realidades sociales y de seguridad:
“Andar sola con el instrumento… las situaciones que implica tocar de noche; si ya lo ves de fuera, para una mujer está complicado… A mi mamá le tocó acompañarme, ayudarme a cargar, quedarse al show las primeras veces, era una forma de apoyarme; cualquier cosa que yo necesitara, ella iba a estar ahí”, agregó el talento.
Ilse considera que la industria musical puede apoyar a mejorar el panorama de la mujer en la música:
“Debemos normalizar la imagen de una mujer sentada en una batería o tocando cualquier instrumento. Una mujer mariachi tocando el guitarrón, por ejemplo, o una mujer tocando la tuba, son instrumentos muy pesados. Falta normalizarlo en redes sociales, que se vea no estamos haciendo nada malo, es algo muy natural que una mujer decida ser músico, es tan natural como una mujer que decide ser doctor, chef o diseñadora de modas”.
La baterista detalló las múltiples fortalezas y bondades que obtiene al ser música:
“Es una satisfacción personal poder tocar lo que sea, porque aprendes, porque siempre lo disfrutas mucho. La fortaleza es sentirme orgullosa de que soy mujer y que no me importa lo que diga la gente: ‘te vas a morir de hambre’. No importa porque es mi pasión y es mi trabajo; creo que es muy difícil para cualquier persona hacer algo que te gusta y que puedas vivir de ello. Como en cualquier habilidad, el inicio del camino es tedioso, te frustras porque no te salen las cosas. Para mí, la música significa poder disfrutar tocar lo que sea”.
A esto, Ilse reveló el gusto de ser artista Yahama:
“Fue un sueño hecho realidad… Yo hago muchos videos, me gusta mucho documentar lo que hago cuando voy a algún lado, qué es lo que hacemos, cómo es el detrás de cámaras, y eso ayudó bastante a que me conectara con el primer artista, Gepe, ¡tocando en un Vive Latino! Después me hablan para cubrir una fecha con Magneto… Me di la oportunidad de documentar mi trabajo y eso rindió frutos”.
Finalmente, Ilse dedicó un mensaje para la audiencia femenina de She’s Got The Groove:
“Que los comentarios malos de la gente no sean una limitación para seguir adelante. Las mujeres tenemos mucha fuerza, somos muy centradas, aguerridas y muy fuertes como para soportar eso y apoyarnos a nosotras mismas para seguir adelante. ¡Sigamos adelante con nuestros sueños!”.
Sigue más de cerca a Ilse Santana en sus redes sociales:
Tiktok e Instagram:
@drumsantanamx
Twitter:
@IlseSantanadrum